jueves, 24 de septiembre de 2015

Fortín Magaña no sigue más como Director del Instituto de Medicina Legal.


José Miguel Fortín Magaña, actual Director del Instituto de Medicina Legal, es un nombre que no pasará desapercibido por mucho tiempo en el ámbito social-político del país. Ayer se hizo público que su cargo está a pocos meses de terminar, ya que la Corte Suprema de Justicia ha ordenado abrir a concurso su plaza. Psiquiatra de profesión, le ha tocado vivir y contar los muertos de la ola de violencia social que vive nuestro país.
El cargo que Fortín Magaña ha ocupado desde 2010 a la fecha ha sido interino y se había prolongado a raíz de un recurso de amparo que él presentó en diciembre 2012, ante la destitución ordenada por el entonces presidente de la Corte, Salomón Padilla.Tres años después,  la Sala de lo Constitucional resolvió a favor del director de Medicina Legal y dejó poner a concurso la plaza de Director.
El pasado 2 de Septiembre en conferencia de prensa, le tocó dar la cara a los medios de comunicación e informar que el mes de agosto cerraba con 911 homicidios en todo el país. Datos que, según el gobierno de turno no concuerdan con las estadísticas de la PNC. “Las cifras de homicidios que Medicina Legal han resultado molestas para algunos sectores de gobierno, eso podría haber tenido algún nivel de presión, indistintamente las razones no las sé”, dijo el pasado miércoles en una conferencia donde anunció que lo apartan del cargo.
Entre tanto, dijo que esperaría del nuevo director que “tenga la suficiente valentía como para decir lo que verdaderamente está pasando en el país y que no le tenga miedo a ningún avatar político.En su paso por el IML, Fortín Magaña asegura que todos los días recibió presiones y amenazas de funcionarios importantes, como el expresidente de la República, Mauricio Funes, y también del Fiscal General, Luis Martínez.

Agregó que llegará el día en que los salvadoreños “vamos a aprender que el hecho de que alguien piense distinto que nosotros no nos convierte en enemigos, sino en posiciones de pensamientos distintos y que fortalecen la democracia”.


Fortín Magaña afirmó que  luego de entregar su cargo, en unos dos meses, se dedicará a la academia “a impartir clases en la universidad, algo que a mí me gusta y aunque no paga mucho, es muy honorífico”.También atenderá su clínica privada de psiquiatría.

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